Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2015

La melodía del ser.

Imagen
Timothy Oldman nació en una de las calles más antiguas de Chicago, una de esas que olían a aceite de motor y en las que el camión de la basura podía dejar un aroma que duraba horas cuando la atravesaba de madrugada. Era un barrio de obreros y sus padres lo educaron como tal. Como un trabajador que hiciera lo que hiciera debería usar sus manos para ganarse la vida y seguir adelante para vivir tan dignamente como las circunstancias se lo permitieran. Sin embargo, y a pesar de toda la educación que Timothy tuvo durante su infancia, cuando apenas entraba en la adolescencia su familia tuvo uno de esos golpes de suerte que hace que las cosas giren 180º. Su madre consiguió un nuevo trabajo con el que los ahorros de la familia subieron como la espuma. Y con este golpe de suerte empezaron a surgir las aficiones de un chico que nunca se había podido permitir esos lujos. Había pasado su infancia pegado a una pequeña radio, de esas que apenas captan las emisoras en dos frecuencias, plateada y

La piel, el mago y la piedra.

Imagen
El sonido de su propio corazón parecía atravesarle los oídos como si los mil tambores del Día del Despertar estuvieran sacudiéndole la cabeza. A veces le impresionaba tanto la fuerza con la que palpitaba su pecho que llegaba a preocuparse por si le pudiera dar un ataque al corazón. Pero no era una enfermedad lo que lo hacía temblar así. La causa de su dolencia se encontraba a menos de diez centímetros de su piel. Se recostó sobre las sábanas de seda de color granate, que parecían deslizarse bajo su cuerpo desnudo y se reclinó para contemplarla. Casi podía sentir de nuevo el  tacto de su piel en la yema de los dedos, tersa, más suave incluso que la seda que tenían bajo sus cuerpos, y cálida… No cálida como una brisa de verano, ni como el fuego de una chimenea en el invierno, no. Era cálida como uno de esos abrazos que se dan cuando dos personas conocen todos los rincones oscuros del alma del otro, uno de esos abrazos que da igual dónde estés, te hacen sentir en casa, en el hogar, y q